En enero de 2005, el director de una de las universidades más prestigiosas del mundo, la Universidad de Harvard (Estados Unidos), el economista Lawrence Summers, afirmó que los hombres superan a las mujeres en matemáticas y ciencia por una diferencia biológica, y que ellas no quieren trabajar muchas horas porque piensan sólo en sus hijos y en sus parejas. Esta declaración provocó que varias académicas se retirasen indignadas de la conferencia ofrecida por Summers. Yo me quedé pensando en el asunto durante varios días, por lo delicado que resulta emitir una opinión que aunque esté basada en demostraciones científicas debe ser convenientemente explicada para evitar mal interpretaciones tales como la discriminación de géneros, que en la ocasión que refiero alcanzó sin reparos al centro del academicismo.
Summers, se desempeñó como secretario del Tesoro durante la presidencia de Bill Clinton, el señor “veranos” tiene fama de “bocón” y será tristemente célebre por su desafortunada y desatinada declaración hecha ni más ni menos que en una conferencia académica privada que trataba el tema de la posición de las mujeres y las minorías en la ciencia y la ingeniería.
En un extenso discurso, el doctor Summers ofreció explicaciones que justifican, a su entender, la escasez de mujeres en puestos jerárquicos en el área de las ciencias y la ingeniería, la primera es que se niegan a trabajar muchas horas por día por tener que ocuparse del cuidado de sus hijos. El Sr. Summers ignora que muchas mujeres duplican sus esfuerzos a fin de cumplir con su familia y con sus actividades profesionales en el campo de la ciencia. Luego dijo que los varones tienen mejores notas que las mujeres en ciencia y matemáticas en la secundaria por una diferencia genética. “La investigación realizada en genética actitudinal está demostrando que determinadas cosas que la gente antes atribuía a la socialización no tienen nada que ver con ella”, ¡chispas! existe el gen o genes M (matemáticas) y ellos son los únicos que lo tienen; para ilustrar su afirmación, el doctor “veranos” le dio al público un ejemplo: si le daba dos camiones a su hija, los iba a tratar como muñecas, a uno lo iba a llamar mamá y al otro, papá … francamente, él debe estar rodeado de mujeres inmaduras (y no me refiero a la edad) y piensa que todas somos iguales, lo que yo veo es que hay varones que cuidan sus autos como si fuesen sus hijos cuando no sus padres, lo cual no me permite afirmar que todos sean iguales; algunos prefieren ver televisión antes que intercambiar ideas con un ser viviente pero eso no significa que las prioridades de todos sean las mismas.
En la entrevista concedida al diario Boston Globe, Summers mantuvo su postura, aunque lamentó que se hubieran malinterpretado sus comentarios. “Lamento cualquier malentendido, pero créanme que plantear interrogantes, discutir múltiples factores que puedan explicar un problema difícil e intentar entender cómo se interrelacionan es de vital importancia”, señaló. Lo que alguien le debió recordar es el viejo refrán: “zapatero a tus zapatos”, el problema no es lo que se dice sino cómo se dice, se debe tener presente el sentido de la oportunidad, las palabras son buenas cuando se dicen en el momento adecuado y de la forma adecuada, y lo adecuado (disculpa la redundancia), por lo menos en este caso, se relaciona directamente con la información y el sentido común.
Pero el Dr. Summers se ha caracterizado por su polémica gestión en Harvard. Se ha peleado con los académicos afroamericanos y los izquierdistas, durante su presidencia los puestos ocupados por mujeres han bajado de 36 por ciento a 13 por ciento, el 2003 sólo cuatro de 32 vacantes en Harvard fueron ocupadas por ellas. Es decir él ha sumado las diferencias y ha multiplicado los problemas dividiendo a las personas al restarles importancia, su gestión fue un ejemplo de operaciones matemáticas básicas.
Se debe reconocer que a lo largo de la historia de la ciencia, el aporte de la mujer ha sido poco visible pero este hecho está ligado a la discriminación de género que estaba muy arraigado en la sociedad, sin embargo cuando la mujer ejerció su libertad intelectual fue capaz de grandes logros. Ejemplos destacados de esto son Marie Curie, quien obtuvo premios Nobel en Física y Química, y su hija Irene, quien contagiada por el entusiasmo de su madre, también se dedicó a la ciencia y obtuvo el Nobel en Química.
Si algún mérito tuvieron las declaraciones del Dr. Summers, fue el haber puesto sobre el tapete un debate que viene fermentando desde hace décadas y que es motivo de investigación de la neurociencia. La pregunta es: ¿Puede un economista interpretar adecuadamente las diferencias anatómico-estructurales y funcionales que distinguen a varones y mujeres?, ¿tú que piensas?
"Matemática es nombre de mujer"
