martes, 11 de enero de 2011

Nos haremos fuertes en medio de las tormentas

A lo largo de la existencia nos suceden muchas cosas, a veces parece que todo confabula en contra nuestra. Una vez fui a estudiar física a la casa de una amiga muy estimada, gratos recuerdos de la época de estudiante universitaria, ya habíamos estudiado varias horas y por la tarde llegó su papá, se le notaba fatigado, deprimido; se dejó caer sobre el sillón, ni siquiera reparó en nuestra presencia, llamó a su esposa y le dijo: "Mila, creo que este ha sido el peor día de mi vida", todos nos alborotamos, le rodeamos en silencio y él contó lo que le había ocurrido. "Me robaron el equipo que llevaba en la camioneta, me quedé sin pasaje y estaba pensando que hacer y que solo faltaba que el perro me "bautice", cuando sentí que algo tibio rodaba por mi pantalón ... el perro lo hizo, mejor dicho miccionó sobre mí", claro, a veces pasa, todo junto, de sopetón, como para noquearnos, se nos cruza por el camino gente inconsecuente, cobardes sin palabra, amigos que se sacan la careta o que cuando más los necesitas no están ahí, se te acaba la plata, todos se enferman, o sea ... te sacuden violentamente como los huracanes a los árboles, pero ellos nos dan el ejemplo, si sus raíces son profundas, permanecerán, tal vez con menos hojas, mas no serán desarraigados. Al final de estas situaciones, sin embargo, sentirás que algo o muchas cosas han cambiado en tí, tus prioridades ya no son las mismas, valoras a las personas que te han sabido decir: "Aquí estoy" en esos momentos y te olvidas para siempre de las que han sido las grandes ausentes, aprecias una palmada en el hombro, una llamada telefónica y quieres responder como nunca a la pregunta: ¿Cómo estás? Gracias a Dios tengo amigos de ese calibre a quienes quiero agradecer de todo corazón por haberme acompañado en el duro trance que pasamos como familia durante la enfermedad de mi madre, que ya se está recuperando, si me están leyendo, creanlo, ustedes hacen la diferencia entre lo que vale la pena conservar y lo que es mejor olvidar.
Comparto con ustedes las reflexiones de un gran científico y extiendo mi mano sincera a quienes sin conocernos físicamente requieren de una palabra de solidaridad: Dios te ayude en el momento que sientes que las fuerzas te faltan.
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"No pretendamos que las cosas cambien, si siempre hacemos lo mismo. La crisis es la mejor bendición que puede sucederle a personas y países, porque la crisis trae progresos. La creatividad nace de la angustia como el día nace de la noche oscura. Es en la crisis que nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias. Quien supera la crisis se supera a sí mismo sin quedar "superado".
Quien atribuye a la crisis sus fracasos y penurias, violenta su propio talento y respeta más a los problemas que a las soluciones. La verdadera crisis, es la crisis de la incompetencia. El inconveniente de las personas y los países es la pereza para encontrar las salidas y soluciones. Sin crisis no hay desafíos, sin desafíos la vida es una rutina, una lenta agonía. Sin crisis no hay méritos. Es en la crisis donde aflora lo mejor de cada uno, porque sin crisis todo viento es caricia. Hablar de crisis es promoverla, y callar en la crisis es exaltar el conformismo. En vez de esto, trabajemos duro. Acabemos de una vez con la única crisis amenazadora, que es la tragedia de no querer luchar por superarla".
Albert Einstein