lunes, 22 de diciembre de 2008

Navidad en la sociedad de consumo



Hace unos días, leí en un diario de la ciudad que se había realizado una encuesta entre las personas que transitaban por las bulliciosas calles en medio de centros comerciales y tiendas abarrotadas de artefactos, ropa y artículos de todo tipo y color. La única pregunta de la encuesta fue: “¿Con qué palabra relacionas la navidad?” las respuestas fueron: “panetón”, “luces de bengala”, “chocolate”, “regalos”, etc., respuestas simplemente descorazonadoras. Me sirvió para indagar algunas cosas relacionadas con esta fecha de celebración mundial y encontré datos interesantes, por ejemplo que en Antioquía, probablemente en 386, Juan Crisóstomo impulsó a la comunidad a unir la celebración del nacimiento de Cristo con el del 25 de diciembre, aunque parte de la comunidad ya guardaba ese día por lo menos desde diez años antes. Fue en Antioquía que, por primera vez, se les llamó cristianos a los seguidores de Cristo. La fecha está ligada a fiesta paganas, como las del Imperio Romano, que celebraba a Saturno durante la semana del solsticio, la fiesta se caracterizaba por ser un acontecimiento social muy importante y llegaba a su apogeo el 25 de diciembre. Para hacer más fácil que los romanos se convirtiesen al cristianismo sin abandonar sus festividades, el papa Julio I pidió en 350 que el nacimiento de Cristo fuera celebrado en esa misma fecha. Muchos cristianos rechazaron en un inicio la celebración de la navidad el 25 de diciembre justamente por la relación con celebraciones paganas, porque hay otras que no menciono.
Algunos sostienen que el 25 de diciembre fue adoptado en el siglo cuarto como día de fiesta cristiano después que el emperador romano Constantino I el Grande se convirtió al cristianismo para animar un festival religioso común y convertir a los paganos en cristianos, métodos de evangelizar francamente cuestionables. La lectura de expedientes históricos indica que la primera mención de tal banquete en Constantinopla se produjo el 379, bajo San Gregorio Nacianceno. En Roma, puede ser confirmado cuando se menciona un documento aproximadamente del año 350, pero sin ninguna mención de la sanción por el emperador Constantino.
Los primeros cristianos celebraban principalmente la Epifanía, cuando los Reyes Magos visitaron al Niño Jesús. Esto todavía se celebra en Argentina, Armenia, España, Perú, Puerto Rico, República Dominicana, México, Colombia, Uruguay, Venezuela y Chile. Para las Iglesias Orientales la Epifanía es más importante que la Natividad, ya que es ese día cuando se da a conocer al mundo, en la persona de los extranjeros. Posteriormente, la fiesta se mezcla con tradiciones como son el árbol de navidad (hay toda una historia al respecto, que me ha convencido de no armar el famoso arbolito …)
Hasta el siglo XIX algunas Iglesias protestantes dejaron de celebrar Navidad, para desligarse del Catolicismo, pero la mayoría, comenzando por Lutero, continuaron celebrándola el 25 de diciembre. En Estados Unidos compartieron la Navidad católicos y protestantes desde 1607, año en que se celebró por primera vez esa fiesta en Norteamérica. En general, la Navidad es celebrada por la mayoría de los cristianos, aunque algunos consideran que, al no indicar en la Biblia la fecha del nacimiento de Jesucristo ni ordenar celebrarla, no hay razón para inventar una fiesta por ese motivo. Incluso los no cristianos, se contagian por el entusiasmo de la celebración, y toman la fecha como una tradición de la convivencia familiar.
Aún si no está clara la fecha del nacimiento de Jesucristo, existe una razón fundamental para celebrar la navidad, es decir Su cumpleaños, lamentablemente esta fiesta ha ido mezclando su carácter religioso (en el mejor sentido de la palabra) con el consumismo exagerado que aprovecha la popularidad de esta celebración y contribuye a desvirtuar su verdadero significado.
En el siglo XIX se popularizó la costumbre del intercambio de regalos; se creó a Santa Claus (y a su esposa llamada Mery … Chrismas … jo-jo-jo- es una broma), se popularizó también la costumbre de regalar tarjetas de Navidad, ahora ya no se compran mucho porque existen los formatos electrónicos y uno mismo puede crear y enviar sus saludos. Todas estas costumbres le han dado a la Navidad un carácter espantosamente comercial, el sincretismo es increíble, hace unos días que salí a “jironear” vi un equeco-noel, el equeco es un muñeco cargado de una serie de cosas y en el folclore andino del Perú representa la abundancia en provisiones materiales; en conclusión, los temas que acompañan a la Navidad (Nacimiento de Jesucristo) tienen poco o nada que ver con la tradicional celebración navideña.
Me gustaría dejarte una pregunta que te motive a la reflexión: ¿Qué es la Navidad para ti? Si eres cristiano, debes revisar tu actitud en estas fechas, un amigo hace poco me dijo: “la Navidad me gusta porque es una fecha en la que hay muchas ofertas, yo guardo dinero para hacer mis compras en esa fecha, aprovecho la ocasión, pero nunca compro más de lo que puedo comprar”, esa me parece una actitud moderada, en contraposición de otra que es sumisa al consumismo, que hace que la persona se endeude solo porque debe “comprarle regalos a todo el mundo”, no es una actitud correcta, cualquier otra fecha es útil para hacer un obsequio, si lo puedes hacer en navidad, emulando la actitud de los magos de oriente que fueron a saludar al rey de Israel, hazlo, si no puedes no te angusties, la navidad no puede ser una fecha de compra-venta, una fecha tan significativa no puede dejarte lleno de angustias y turbación, sino de gratitud a Dios por haberse acordado de la humanidad enviando a su propio Hijo a traernos su mensaje de salvación. Recuerda querido (a) amigo (a), Emanuel quiere decir: Dios con nosotros, y eso es motivo de gran regocijo. Que tengas un hermosa noche de Navidad.

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