domingo, 21 de octubre de 2007

El Temor a Enfrentar la Verdad

Hoy los peruanos nos mantuvimos enclaustrados en nuestros domicilios, esperando que en cualquier momento nos visitaran los censadores, y que nos hicieran las clásicas preguntas: “¿Cuántas habitaciones tiene la casa?” “¿Es propia, alquilada o invadida?” “¿Cuál es su estado civil?”, etc. Pero faltó una pregunta directa: “¿Tiene trabajo estable o es eventual?”, si su trabajo es estable: ¿Es dependiente o autogestionado?; en lugar de esas preguntas respondimos a: ¿La semana anterior realizó un trabajó remunerado al menos una hora semanal?, además de no ser directa, la pregunta podría confundir a alguien que no estuviera atento a responderla. ¿Qué problema había en hacer la pregunta directa?, solo se me ocurre una respuesta; hace unas semanas varios ministros y representantes destacados del gobierno declararon que los índices de pobreza en el país habían descendido notablemente. ¿Qué significado tiene esa reducción (me permito dudar) en un contexto nacional en el que la pobreza se respira por donde uno camina?, si cien mil personas respondieron que la semana pasada realizaron un trabajo remunerado al menos por una hora, ¿se nos dirá que el índice de desempleo ha disminuido?
Creo que estamos cansados de oír verdades a medias (que son las peores mentiras), será que me intranquiliza, y mucho, que la gente no sea capaz de enfrentar sus miedos y monstruos internos que esta vez el Censo Nacional me ha dejado una sensación de vacío que espero superar pronto.
Es importante enfrentar la verdad, evitar los eufemismos que a nada claro conducen; si por unos minutos han invadido nuestra privacidad esperemos que los resultados reflejen la situación real de nuestro país y permitan PLANIFICAR acciones que nos conduzcan al desarrollo que beneficie al obrero que madruga para ganarse el pan, al estudiante universitario que debe comer en los comedores universitarios, a la señora que lava ropa por cinco soles, a ese peruano sufrido como dice la canción del que le canta a la pituca, a ti y a mí que decidimos quedarnos en el Perú aún cuando más de una vez pudimos irnos. En mi caso, soy como los árboles que echan raíces profundas en la tierra que saben suya y que no están dispuestos a cambiarla ni por todo el oro del mundo. Y … ¿Esta semana, al menos durante una hora, realizarás un trabajo remunerado? Yo sí, laboraré muchas horas porque Dios me regaló esa bendición, de verdad deseo que también puedas responder que sí, y que no solo sea una hora sino cuarenta, remuneradas por supuesto.

No hay comentarios: