lunes, 21 de abril de 2008

¿PECADOS DE LA GLOBALIZACIÓN?


De las 19 definiciones sobre “Globalización” que encontré, escogí una que me parece reúne los aspectos más importantes de este fenómeno de la posmodernidad: “La Globalización es un proceso político, económico y social caracterizado por una creciente interdependencia y comunicación entre los distintos países del mundo, y está influido por las nuevas tecnologías y la comunicación”. El 13 de marzo del año en curso, fuimos sorprendidos por las declaraciones del obispo del Vaticano, Gianfranco Girotti, director del Penitenciario Apostólico, quien anunció lo que muchos han denominado “Los pecados de la globalización”, entre los que se encuentran: el mundo de la droga (su consumo y tráfico), que “debilita la psiquis y oscurece la inteligencia”; la desigualdad fiscal “en la que los pobres son cada vez más pobres y los ricos cada vez más ricos, alimentando una insostenible injusticia social”; la manipulación biogenética (incluye la clonación humana) y la degradación del medio ambiente o daño a la ecología.
Un entendimiento superficial de los cuatro aspectos señalados por Girotti, harían pensar que tiene toda la razón, pero a la luz de las Escrituras: ¿Se puede hablar de pecado globalizado?, acaso la concepción de “pecado” (que literalmente significa: “errar al blanco”) no es más bien personal?, es obvio que personal es diametralmente opuesto a globalizado. Por otro lado, no entiendo por qué en la lista no se mencionan la pornografía y la pedofilia, tan relacionados con la globalización de las comunicaciones.
Aunque Mántica, un prelado católico nicaragüense ha aclarado que no se trata de nuevos mandamientos sino de una llamada de alerta para evitar la extinción de la especie humana, este anuncio (por así decirlo) ha provocado una seria reacción de oposición de la Iglesia Ortodoxa rusa, que esta vez ha hecho honor a su nombre, tal vez sea porque no se caracteriza precisamente por su sencillez sino por su ostentación, no es para nada “pobre como una rata” tal cual era el deseo de León Tolstoi, quien por decirlo fue excomulgado.
Volviendo al tema, no creo que exista tal cosa como “pecados globalizados”, la prueba es que resulta fácil identificar a los responsables. Hagamos un ejercicio un poco temerario y “mandemos al infierno” a unos cuantos. Tráfico de drogas: cada uno de los que forman el cartel de Tijuana, encabezados por el capo mejicano Francisco Javier Arellano Félix, alias “el tigrillo”; los ricos más ricos: seleccionemos al inversionista estadounidense Warren Buffet accionista mayoritario de Berkshire Hathaway, pero además filántropo o sea “buena gente”, según la revista Forbes, este año encabeza la lista de multimillonarios del planeta, por lo tanto candidato a pecador globalizado, aunque entre nos, a mí me gustaría seleccionar al mejicano Carlos Slim, dueño de Telmex (entre otras empresas) que es el segundo rico más rico del mundo en un país que tiene uno de los índices de pobreza más altos del mundo, y también a los líderes políticos que se enriquecen sin considerar al pueblo que gobiernan, que dejan pasar la corrupción porque no tienen valor de censurarla o tienen "rabo de paja", a los líderes políticos que invierten ingentes capitales en la compra de armamentos en lugar de compartir su riqueza como nación con países agredidos por el hambre, ay de ellos.
En la lista también están los que "juegan" con los genes: al Doctor Ian Wilmut quien hizo nacer a la clónica oveja Dolly, dejando el camino abierto para que una serie de científicos anti-éticos empezaran a pensar en la clonación humana y quien sabe si ya la habrán logrado, no sería raro y quedarían impunes porque al respecto existe un escalofriante vacío legal en muchos países del mundo, y finalmente a quienes atentan contra el medio ambiente: tu vecino que tiene un auto que cada vez que arranca deja una nube negra que contamina no solo tus pulmones, sino que cubre los estomas de las hojas de las plantas y no las deja “respirar” y ya sabes: las plantas son los pulmones de la tierra.
Como te has podido dar cuenta, se han identificado los autores de estos “pecados globalizados” por lo que retorno a mi aseveración inicial: CADA UNO (A) es responsable de sus acciones, lo que ocurre es que la sumatoria de las acciones inadecuadas o malas de muchas personas producen mayor daño, debido a la globalización la repercusión es más rápida; por lo tanto, cuida cómo actúas y colaborarás con tu prójimo y ayudarás en la recuperación de nuestro planeta que mañana 22 de abril, celebrará su día.

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