miércoles, 8 de octubre de 2008

RATAS PERFUMADAS


No salíamos del estupor que sentimos por el autoincremento de los sueldos de los “otorongos” cuando un escandaloso audio remeció la debilitada -casi nula-moral de los políticos. En ese audio Rómulo León, ex diputado y ex ministro del primer régimen aprista (o es mejor decir alanista, mi abuelo hacía la diferencia, él fue un aprista convencido y hasta lo apresaron por eso) y Alberto Quimper un lobista profesional, sin bandera política, identificado por su sombría relación con las cuentas secretas de la ex primera dama, Elian Karp; se jactaban de haber hecho “un faenón”. Y qué tal faenón! de acuerdo a la transcripción de este material, León le dice al ex presidente de Perú-Petro, Alberto Químper que ha recibido alrededor de 100 mil dólares de parte del empresario centroamericano Fortunato Canaán, representante de la empresa Discover, dizque para “aceitar” algunos funcionarios y le pide a Químper consejos para evadir obligaciones tributarias ante la Superintendencia Nacional de Administración Tributaria (Sunat).

En el truculento negocio está comprometido el famoso y costoso abogado Ernesto Arias Schreiber, más conocido en ese ambiente como “el gordo”, quien con sus poses de honorable señor dirá hasta la saciedad que “no sabía nada”, la telaraña llega al mismísimo primer ministro Jorge del Castillo, quien tendrá que aclarar algunos encuentros. Cual huaico furioso el escándalo arrastró al Ministro (ahora ex) Juan Valdivia a quien el presidente García le ha dado el beneficio de la duda.

Quimper ha sido detenido hace unas horas y León es no habido (como los pelos de su cabeza), ambos viven en cómodos hogares en el distrito de Miraflores, pero ¿qué los diferencia de los hampones que viven en los conglomerados humanos de los barrios periféricos limeños? Una sola cosa … ellos son ratas perfumadas, los otros son ratas malolientes. Ellos están infiltrados en el poder y pueden corroer los cimientos de la institucionalidad por lo cual son más peligrosos que las ratas periféricas, ellos compran conciencias cobardes y seducen a los inconstantes, son la vergüenza de su familia y de nosotros … los peruanos.

El presidente García ha dicho que la corrupción a este nivel es “traición a la patria”, nuestras leyes tienen una sentencia para los traidores a la patria y no creo que esté dispuesto a aplicarlas. Por lo pronto, para evitar confusiones, no usaremos las palabras "faenón" o "aceitar". Me retiro compungida a leer mis novelas favoritas.

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