"Todo lo hizo hermoso en su tiempo y ha puesto eternidad en el corazón de ellos" (Salomón)
miércoles, 14 de enero de 2009
La Mente Brillante de John Forbes Nash, Jr.
Una de mis películas favoritas es "Una mente brillante", ("A beautiful Mind"), esta película está inspirada en la vida de John Nash pero dista de ser su biografía. En la película se cuentan muy pocos acontecimientos de la vida real de John Nash, quien desde niño mostraba un temperamento especial, introvertido y una característica frecuente en los talentosos que han aportado al desarrollo científico en el mundo: no destacaron por su brillantez en el colegio. Johnny Nash, hijo de académicos, nació en Bluefield Sanatorium el 13 de junio de 1928, debido a su torpeza en las relaciones sociales era considerado un poco retrasado; sin embargo, a los doce años dedicaba mucho tiempo en su casa a hacer experimentos científicos en su habitación. A los catorce años Nash empezó a mostrar interés por las matemáticas, al parecer por influencia del libro de Eric Temple Bell, "Men of Mathematics" escrito en 1937. Ingresó al Bluefield College en 1941. Comenzó a mostrarse hábil en matemáticas, pero su interés principal era la química, se suponía que iba a seguir la misma carrera de su padre, ingeniería eléctrica pero continuaba con sus experimentos químicos. Se decía que tuvo alguna relación con la fabricación de unos explosivos que produjeron la muerte a uno de sus compañeros de colegio.
Debido a su talento para las matemáticas, John Synge, su profesor, le convenció para que se especializara en matemáticas, obtuvo su licenciatura en 1948. John fue aceptado para estudios de postgrado en las universidades de Harvard, Princeton, Chicago y Michigan; consideraba que la mejor era Harvard, pero Princeton le ofreció una mejor beca por lo que decidió estudiar allí ingresando en septiembre de 1948.
En 1949, mientras se preparaba para el doctorado, escribió el artículo por el que cinco décadas después ganaría el Premio Nobel. En 1950 obtuvo el grado de doctor con la tesis "Juegos No-Cooperativos". En 1950 empezó a trabajar para la RAND Corporation, una institución que canalizaba fondos del gobierno de los Estados Unidos para estudios científicos relacionados con la guerra fría y en la que se estaban intentando aplicar los recientes avances en la teoría de juegos para el análisis de estrategias diplomáticas y militares. Simultáneamente seguía trabajando en Princeton. En 1952 ingresó como profesor en el Massachusetts Institute of Technology. Parece que sus clases eran muy poco ortodoxas (eso se ve en la película) y no fue un profesor popular entre los alumnos, que también se quejaban de sus métodos de examen.
En este tiempo empezó a tener problemas personales graves. Conoció a Eleanor Stier con la que tuvo un hijo, John David Stier, nacido el 19 de junio de 1953. A pesar que ella trató de convencerlo, Nash no quiso casarse (en la película si se casa). Sus padres solo se enteraron de este asunto en 1956. Nash Senior (su padre) murió poco después de enterarse del escándalo y parece que John Nash, Jr. se sintió culpable de ello, en aquellos tiempos era un verdadero escándalo que un hombre dejara embarazada a una mujer o que la abandonara después de haberle prometido amor; ahora es tan usual que mas bien la excepción es cuando ocurre lo contrario. En el verano de 1954, John Nash fue arrestado en una redada de la policía para capturar homosexuales. Como consecuencia de ello fue expulsado de la RAND Corporation.
Una de las alumnas de Nash en el MIT, Alicia Larde, salvadoreña, entabló una fuerte amistad con él; Alicia era hija de un médico del Hospital Federal en Maryland. En febrero de 1957 se casaron, en el otoño de 1958 Alicia quedó embarazada, pero antes que naciera su hijo la grave enfermedad de Nash ya era muy manifiesta y había sido detectada. Alicia se divorció de él más adelante, pero siempre le ayudó mucho; en la película ellos permanecen juntos hasta el final. En el discurso de aceptación del Premio Nobel en Economía, en 1994, John Nash tuvo palabras de agradecimiento para ella.
En 1959, después de permanecer internado durante 50 días en el McLean Hospital, viajó a Europa donde intentó conseguir el estatus de refugiado político. En los años siguientes estaría hospitalizado en varias ocasiones por períodos de cinco a ocho meses en centros psiquiátricos de New Jersey. Unos años después, Nash escribió un artículo para una revista de psiquiatría en el que describió sus pensamientos de aquella época: “.. el personal de mi universidad, el Massachusetts Institute of Technology, y más tarde todo Boston, se comportaba conmigo de una forma muy extraña. (...) Empecé a ver criptocomunistas por todas partes (...) Empecé a pensar que yo era una persona de gran importancia religiosa y a oir voces continuamente. Empecé a oír algo así como llamadas telefónicas que sonaban en mi cerebro, de gente opuesta a mis ideas. (...) El delirio era como un sueño del que parecía que no me despertaba".
A finales de los sesenta tuvo una nueva recaída, de la que finalmente comenzó a recuperarse. En su discurso de aceptación del Premio Nobel describe su recuperación así:
"Pasó más tiempo. Después, gradualmente, comencé a rechazar intelectualmente algunas de las delirantes líneas de pensamiento que habían sido características de mi orientación. Esto comenzó, de forma más clara, con el rechazo del pensamiento orientado políticamente como una pérdida inútil de esfuerzo intelectual". Su lucha por recuperar su equilibrio mental y sicológico haciendo uso de una admirable fuerza de voluntad nos muestra el enorme potencial que tiene la mente humana para evitar la alienación total, locura o esquizofrenia, ser capaces de espantar a los fantasmas que atormentan la mente y tener conciencia de la presencia de estos, llegar a reconocerlos y ordenarles que se vayan constituye un gran esfuerzo con alto gasto de energía a nivel cerebral, la ciencia no tiene una explicación clara para este tipo de situaciones, tanto para la pérdida como la recuperación de la razón.
A veces pensamos que no tenemos nada o que tenemos poco; sin embargo, tenemos la lucidez de la razón, un gran tesoro que debemos saber apreciar, considero que de todas las pérdidas que una persona puede sufrir en la vida, una de las más importantes es la pérdida de la razón. John Nash, trabaja actualmente en el Departamento de Matemáticas de la Universidad de Princeton, los fantasmas que habitaron en su mente no lograron arrebatarle el merecido premio a su mente brillante.
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